Según el artículo Vías romanas y explotación de los recursos mineros, de la zona norte del Conventus Cordubensis (1993), de Melchor Gil :
Puente de un arco realizado con bloques de piedra caliza perfectamente labrados y ensamblados. El arco es de medio punto, tiene una flecha de 1,30 m y una luz de 2,55. El ancho de la vía es 2,26 m.
El dovelaje da unas medidas de 30 a 32 cm de largo por 14 a 16 de ancho; quedando enmarcado por una moldura de sección semicircular, de 9 cm. de diámetro. Dicha moldura está adosada al arco y no ha sido tallada formando parte de las dovelas. Esta característica lo diferencia de los puentes musulmanes, en los que suele aparecer un alfiz enmarcando la rosca de los arcos.
Probablemente el puente fue rehecho en épocas posteriores, como se aprecia en las diferencias constructivas existentes entre los sillares que conforman el dovelaje, perfectamente labrados y ensamblados, y la rampa de acceso de la margen izquierda, que está realizada con cascote y argamasa.
Tanto por el tipo de construcción como por la modulación de sus medidas, creemos que es una obra de fábrica romana. Encontramos paralelismos formales y constructivos en tres puentes existentes en nuestra provincia: el de Espejo, el del arroyo de Fontalba y el del arroyo de Trinidades.
No hay unanimidad, porque sin embargo Bermúdez Cano en el artículo La trama viaria propia de Córdoba y su integración con la de Medina Azahara (1993) opina:
Conserva restos de los pretiles de mampuesto, y de su enlucido originario.
El arco se encuentra enmarcado por un alfiz que lo separa del tablero y el paramento. Estos últimos elementos (petril, enlucido y alfiz) parecen corresponder a una reforma posterior.
Sobre su cronología, Arjona Castro apunta un origen romano, aunque por sus características formales como ornamentales creemos que responde a modelos medievales islámicos.
Antonio Arjona Castro (1984) dice:
Es probable que la primitiva calzada romana que enlazaba Córdoba con Mérida (1), fuera la que cruzando el puente romano de Pedroches ascendía por la Loma de los Escalones hasta remontar la vertiente sur de la Sierra y penetrar en el pasillo del Vacar para después proseguir por el valle del Guadiato hacia la antigua ciudad de Mérida. Es casi seguro que este camino que durante el califato de Córdoba fue utilizado por los musulmanes como primer tramo del camino hacia Badajoz, fuera abandonado después de la fitna o guerra civil que provocaría el desmembramiento de al-Andalus en los reinos de taifas. Así el viajero al-Idrisi (2), a comienzos del siglo XII, al describirnos el camino de Córdoba a Toledo, habla primero de la cuesta de Arlis o Awlis, que según el investigador Félix Hernández Giménez (3) podía identificarse con la cuesta que desde el puente de Pedroches asciende hasta lo más alto de la sierra por la Loma de los Escalones, entre los arroyos de Linares y Rabanales.
En este tramo del camino, antiguamente calzada romana, hemos hallado este otoño, por indicación de mi buen amigo Benito Gálvez Pareja, un pequeño puente de factura romana, frente justamente en la finca Velasco Alto propiedad del citado letrado cordobés, finca donde han aparecido, no hace mucho, restos de construcciones romanas, que son indicios firmes de haber existido allí una «villa» romana.
Este puentecillo o alcantarilla, del que sólo queda el arco formado por sillares isodómicos, sobre el que corría un tablero horizontal hoy desaparecido, está descarnado hasta poderse ver y pisar los sillares que forman las dovelas del arco, arco que cubre el arroyo de Linares, por el cual el citado camino salvaba el arroyo citado, y que todavía cuando corre el agua en tiempos normales es utilizado por los excursionistas que acampan cerca del santuario de la Virgen de Linares.
El camino que serpenteando sube desde el puente de Pedroches es hoy una cañada de mesta en que quedaría convertido desde el siglo XIII. Los pilares en los que se apoya el arco del citado puente se conservan bastante bien pero sería necesario evitar se siga usando dicho puentecillo por el peligro de que se derrumbe el arco de tan bella factura.
Hacemos un llamamiento a la entidades que velan por los monumentos cordobeses para que dicho puente romano sea cuidado evitando su total derrumbamiento.
Extensa descripción en Los Puentes Romanos del Término de Córdoba (2014) de Ildefonso Ostos
Se sitúa en la Cañada Real Soriana a su paso por el arroyo de Linares. Supuestamente daba servicio a la vía Item a Corduba Emeritam. Actualmente fuera de servicio.
Es un puente de una sola bóveda de medio punto realizado en sillería de piedra caliza. La bóveda presenta una rosca doble. Sobre la primera rosca de dovelas de unos 34 cm de altura, se dispone una segunda realizadas con dovelas de 14 cm de altura y que sobresalen del plano de la boquilla de la rosca inferior unos 7-8 cm. Las dovelas de esta segunda rosca no se extienden por el interior de la bóveda, sólo se localizan en las boquillas. Se trata de una arquivolta meramente artística, por lo que a efectos de estabilidad estructural, la rosca efectiva de la bóveda era de 34 cm.
La bóveda de medio punto tiene una luz de 2,50 m. Arranca directamente sobre la piedra natural del terreno, desde una cota algo superior en el estribo sur que en el norte, con una diferencia de unos 7 cm. De la topografía del terreno, se deduce un perfil mixto de la plataforma, horizontal sobre el estribo sur, y en rampa en el estribo norte.
La bóveda tiene una anchura de 2,10 m (2,25 m con la arquivolta). Las bóvedas de los puentes romanos se diferencian de los medievales en su mayor anchura, suelen superar los 5,00 m para no reducir la anchura de la vía a su paso por el puente (Durán 2005: 326). No es lógico que, dando servicio a una de las vías más importantes de Hispania que une a dos capitales provinciales, existiera tal estrechamiento de la vía. El puente debe tener un origen posterior, que por las características formales podría ser de época renacentista, tal y como sostiene José Manuel Bermúdez7. Al no apreciarse restos en las inmediaciones, ni un ancho mayor tallado en la roca donde se apoya que pudiera indicar la disposición en el mismo sitio de una bóveda anterior de mayor ancho, la vía romana Item a Corduba Emeritam no debió pasar por este punto.
El estado actual del puente es ruinoso. Se ha perdido completamente el tablero y la calzada por lo que la bóveda sufre un desgaste en su trasdós por el uso. Este desgaste, ha rebajado la altura de las dovelas superiores, llegando en algún punto a ser el espesor de rosca de sólo 20 cm. Este extremo podría comprometer la estabilidad de la bóveda. La esbeltez de la bóvedas R/L sería de 1/12,50 es superior pero muy cercano al valor de 1/18, por lo que de continuar el desgaste de las dovelas o si la bóveda se sometiera a una sobrecarga importante, ésta podría colapsar.
La superficie externa de piedra de los sillares y las dovelas están cubiertas por líquenes. Se aprecian pintadas de grafiti. El apoyo el estribo sur sufre socavación. Deben tomarse medidas que consigan frenar la degradación de puente que forma parte del patrimonio del término municipal, que aún no siendo romano, tiene gran valor histórico.
Se pueden ver las fotos de VERTICE
Y el artículo de Notas Cordobesas
Foto: Notas Cordobesas