Puente de origen romano junto al Polígono de Las Quemadas, casi oculto por la antigua N-IV y la vegetación del arroyo. Lleno de inmundicias, parece mentira que tratemos así nuestro patrimonio, aunque no hay acuerdo en la época a la que pertenece la fábrica actual.
Aquí se puede consultar el reportaje de Notas Cordobesas
Completa descripción en Los Puentes Romanos del Término Municipal de Córdoba, de Ildefonso Ostos (2014):
Se localiza en el Polígono Industrial “Las Quemadas”, entre la calle Noruega y la N-IVa. Debió dar servicio a la Via Augusta en el tramo Alio Itinere a Corduba Castulone, salvando el arroyo de Rabanales. Actualmente fuera de servicio.
Está construido con sillería de muy buena manufactura y consta de cinco6 bóvedas de medio punto de 3,80 m de luz con igual ancho de pilas. El tímpano presenta pilastras adosadas, que refuerzan el aspecto de solidez, presenta una rasante horizontal y una clara modulación. El puente se encuadraría en el Modelo I de la tipología de puentes romanos de Hispania.
Está construido con sillería de muy buena manufactura y consta de cinco6 bóvedas de medio punto de 3,80 m de luz con igual ancho de pilas. El tímpano presenta pilastras adosadas, que refuerzan el aspecto de solidez, presenta una rasante horizontal y una clara modulación. El puente se encuadraría en el Modelo I de la tipología de puentes romanos de Hispania.
Dicho puente ha soportado el tráfico de la antigua carretera nacional de Andalucía hasta 1928. A debido sufrir diversas restauraciones, siendo la última el año 1998 (López-Mezquita 2002). Hoy en día está sin uso y en muy mal estado de conservación.
En el catálogo del MOPU (Fernández Ordoñez 1986) aparece que tienen tajamares triangulares aguas arriba «casi sumergidos», lo cual puede hacer pensar que en alguna otra obra realizada entre 1986 y la actualidad se ejecutó una losa de hormigón en la base del puente que posiblemente haya tapado dichos tajamares; y que el arranque original de las pilas sea inferior al que puede observarse hoy día. Un indicio, es la existencia visible de unos resaltos bajo el arranque de la bóveda 2. Dichos resaltos bien podrían ser impostas que delimitaba las pilas de las bóvedas, quedando las pilas debajo de la solera de hormigón existente, por lo que lo que hoy vemos, más que las pilas, serían los tímpanos y las bóvedas entre ellos.
De las transformaciones que ha sufrido el puente se han obtenido una serie de indicios. Uno de ellos es el hecho de que las boquillas de las bóvedas 1, 2 y 3 están enmarcadas de forma más baja y por tanto las dovelas centrales son cortadas en horizontal para servir de lecho a la cornisa, algo que, puede verse con mucha frecuencia en puentes hispánicos romanos. Dicha cornisa sobresale con respecto a las boquillas de las bóvedas de modo que forma un mismo plano con las pilastras. Mientras que el trasdós de las bóvedas 4 y 5 es curvo y no sufren corte en horizontal de sus dovelas, al haberse perdido la hilada sillares que formaban la cornisa. Por el estado de conservación de las dovelas de las bóvedas, parece que las de la número 2 son las más antiguas, posiblemente originales. Estas dovelas están muy deterioradas, con una acusada alveolización de la piedra que llega a formar cavernas e incluso la pérdida de algunas
piezas.
El entallado en el trasdós de la boquilla para encajarla con la sillería del tímpano en un solo un lado de la bóveda 2, produce en las dovelas unos vértices muy pronunciados y débiles, por lo que se realizaría a posteriori tras una reconstrucción de dicho tímpano. Puede observarse la sustitución de algunos sillares por fábrica de ladrillo. El resto de bóvedas presenta dovelas mejor conservadas y de factura medieval. Pueden apreciarse marcas de cantero en las doveles centrales de la bóveda 4 idénticas a una de las consideradas como medievales por Sainz en las bóvedas del Puente Viejo de Córdoba sobre el Guadalquivir (Sainz 1894: 19), no encontrándose entre las identificadas como romanas en Córdoba (Gutiérrez 2004: 265-268).
Características geométricas del puente:
De esbeltez de pilas P/L se obtienen un valor de 1/1 que está muy por encima de lo estrictamente necesario por estabilidad. De esbeltez de las bóvedas R/L se obtiene un valor de 1/4,75 superior a ¹/18, por lo que dimensionalmente las bóvedas del puente son estables.
Actualmente el puente se encuentra en un pésimo estado de conservación. La zona está completamente invadida por vegetación y se acumula gran cantidad de escombros y de basura. Hay una tubería que pasa a poca distancia, aguas abajo y paralela al puente. Sobre el tablero del puente existe un asentamiento de chabolas. Se observan perdidas de piezas de pretil de piedra. Numerosos sillares y dovelas presentan patologías en la piedra (cavernas, alveolización y pérdida de piezas).
Urge realizar labores que impidan la pérdida de este importante patrimonio histórico. Debe dotarse de una figura legal que lo proteja. Debe desalojarse el asentamiento y limpiarse la zona tanto de basura y escombros como de la vegetación que lo invade. Deben desviarse los colectores existentes para que viertan lo más alejado posible del puente, y siempre aguas abajo. Una vez realizadas estas operaciones, sería necesario que se realice un estudio en profundidad de la degradación de la piedra, y preceder a la consolidación. Tras la limpieza del cauce, sería interesante poder realizar catas bajo la solera existente de hormigón, que permita comprobar la verdadera cota de arranque del puente y, si el cauce del arroyo lo permitiera, recuperar dicha cota. La obra de restauración del puente debería contemplar la trasformación del entorno en una zona verde, que gestionada y mantenida por la administración titular, sirva de punto de esparcimiento y disfrute de la población.
En el artículo "Huellas romanas en la provincia de Córdoba. Calzadas y puentes" de F. Javier Rubiato Lacambra aparece:
Muy próximo a la ciudad de Córdoba se encuentra el puente de Rabanales (Fig. 2). Fue construido también durante la etapa republicana, sobre el arroyo del mismo nombre. Formó parte de la vía Hercúlea.
En la actualidad apenas es visible, cuando se descubre, se observa que se trata de una obra monumental, más por su carácter que por sus dimensiones, pues cuenta con una longitud de 28,00 m.
Está construido en fábrica de sillería muy bien trabajada. Consta de cinco bóvedas de cañón de idéntica luz, 3,75 m. El tablero está sustentado por cuatro pilas del mismo grosor que la luz de las bóvedas. El tímpano presenta pilastras adosadas, que refuerzan el aspecto de solidez. La rasante del tablero es plana. El pretil original ha sido sustituido por otro también de obra.
En el artículo: La trama viaria propia de Madinat Al-Zahra y su integración con la de Córdoba, de J.Manuel Bermúdez Cano (1993), dice:
Situado en el curso del arroyo de Rabanales, el en Km 347 de la CN-IV, y en la traza de la vía Augusta. En la actualidad se encuentra totalmente reformado. Tiene 5 arcos de idénticas proporciones, con una luz de 3 m, y una especie de contrafuertes enmarcando los arcos, desde su base hasta el tablero; el tablero es horizontal y tanto éste como los petriles son actuales.
Es muy probable que su origen fuera romano (CORZO, 1992, 118), aunque la obra actualmente visible corresponde casi en su totalidad a las reformas realizadas para la
antigua carretera de Andalucía, de la que este puente fue un elemento indispensable hasta 1928.
Foto: Notas Cordobesas (foto antigua)
Más fotos en el Archivo Municipal
Aparece en un vídeo sobre el Arroyo Rabanales cuando todavía se conservaba bien: