Esta finca tiene una forma complicada y esta parte es la que se vuelve a expandir tras hacer manga con las Pitas y S. Cebrián Bajo, habrá que volver en el estío por si aun mana agua, hoy era muy escasa, y la forma de captarla, pues hacen uso para el ganado, es de lo más rudimentario, han acoplado a demás del consabido tubo de metal y de plástico unas chapas que hace de receptoras del agua, pues surge no de un solo punto, sino de una línea de unos veinte metros, es muy llamativo que en una vegetación netamente mediterránea, surja una isla de vegetación de rivera.

Acceso:

  Dejas atrás el cortijo de Navalagrulla y subes por el camino que se aparta a la izquierda  dirección Norte, (gaseoducto), pasando la valla que hace linde, seguir el camino unos quinientos metros, veréis una encina seca con una vegetación ripiaria muy característica (aneas)