A pesar de la alegría, uno de ellos decide seguir en huelga de hambre y quedarse a dormir indefinidamente en la plaza.
Los seis vecinos desterrados de Posadas al fin han vuelto a su pueblo. Ayer por la tarde organizaron un acto en la plaza de la Constitución para dirigir unas palabras a los vecinos congregados en agradecimiento al apoyo prestado, así como a los agentes de la Guardia Civil que se interpusieron "entre nosotros y las órdenes de sus superiores para defendernos". También explicaron "lo sucedido en la trifulca y en el cuartel".
A pesar de estar contentos por su vuelta a casa, uno de ellos, José Manuel, continuará con su protesta desde esta plaza, donde ha instalado una cama para permanecer de forma indefinida. Además, continuará con la huelga de hambre que inició hace ya diez días. Ahora su razón es "que no se ha tratado el problema desde la óptica de nuestra defensa ni se ha intentado esclarecer los hechos". Otro de los motivos que le llevan a tener esta postura es "dar a conocer y denunciar públicamente el apaleamiento que sufrí en el cuartel de la Guardia Civil". Asimismo pide que el Ayuntamiento convoque el pleno extraordinario que anunció.
Este vecino asegura haber vivido el día de ayer "con tranquilidad pero con impotencia". El explica que todo este asunto se ha centrado en algo que "no es trascendental para nuestra defensa, puesto que se nos imputa agresión a la autoridad, cuando ha sido todo lo contrario". José Manuel repite que el problema de la cancela dejó de ser prioritario para él desde el momento en que sufrió este "secuestro por tres agentes de paisano, que me inmovilizaron, me apalearon y me insultaron".
Por último, este vecino muestra su desacuerdo con Victorio Domínguez, porque cree que "ha actuado a requerimiento del alcalde para solucionarle el problema".