Hace unos días asistimos con estupor y asombro al atentado ecológico que la empresa Arenal 2000 propiedad de Rafael Gómez infligió al arroyo del Molino y del Molinillo, destruyendo una franja de vegetación de 5 a 15 metros en un tramo de 1500 metros desde Santa Maria de Trassierra hasta cerca de los Baños de Popea.
En principio nos sorprendió ver que se hablaba del arroyo del Bejarano dando a entender que el atentado había afectado a este espacio. Pero como suele pasar, los periodistas no saben todavía cual es el arroyo del Molino y cual el Bejarano, bastante distantes uno del otro.
La primera denuncia ha sido realizada por la asociación Veneros del Bejarano, una entidad a la que nunca antes hemos visto en las acciones realizadas en defensa del arroyo, pero a la que reconocemos la importancia de su iniciativa y a la que pedimos que se unan a la Plataforma Salvemos el Bejarano y participe en las acciones que se lleven a cabo para conseguir la declaración de Monumento Natural, única garantía de su conservación.
Los que estamos acostumbrados a ver la forma de actuar de esta empresa y del grupo de Rafael Gómez no nos extraña esta falta de sensibilidad ambiental ya que salvajadas como ésta se han realizado anteriormente en Valdelashuertas y La Carrera del Caballo, donde mas de trescientas encinas centenarias fueron taladas, acciones denunciadas y siempre ignoradas por las instituciones con el beneplácito consistorial.
No sólo empresas como las de Rafael Gómez vienen actuando de esta forma. También el grupo del empresario Sánchez Ramade, propietario de una finca en el Arroyo Bejarano, tiene el mismo interés en la conservación de nuestra sierra: “nulo”. El único interés que les mueve es el del dinero y la especulación urbanística, que se cierne como la espada de Damocles sobre todo el entorno de Trassierra. y que ha pasado ya en demasiadas ocasiones de amenaza a destrucción consumada.. Estas personas, detrás de sus grandes empresas, son actualmente el principal peligro para nuestra sierra, y mientras sean los dueños de estos lugares de alto valor ambiental asistiremos a más acciones como el reciente atentado del Molino. Sólo expropiando estas fincas, dándoles un uso publico y poniéndolas en valor podremos tener cierta tranquilidad en cuanto a su conservación.
Otra sorpresa para nuestro colectivo es la primera noticia de que las actuaciones habían sido detenidas por la Policía local y la Gerencia de Urbanismo, cosa incierta ya que los infractores hicieron lo que tenían previsto sin que nadie los detuviera. lo que pone de manifiesto la dejación por parte del Ayuntamiento de su obligación de hacer respetar la ley y proteger nuestra sierra. La petición que desde todos los sectores sociales se hace de un Plan Especial de la Sierra parece que ni llega ni parece estar entre las prioridades del equipo de gobierno Municipal, otra de las muchas promesas incumplidas de Rosa Aguilar.
La declaraciones del infractor de replantar la zona destruida es un insulto a la sensibilidad ciudadana y al sentido común más básico. No se puede restituir la naturaleza a golpe de talonario, el dinero no pued.pagar los cientos de años que la naturaleza paciente ha tardado en conformar estos bellos y valiosos ecosistemas. Lo que sí se hace a base de euros es crear paraísos artificiales en los que para ello se destruyen encinas centenarias sustituyéndolas por especies foráneas poco aptas para nuestro clima mediterráneo y seco y un bello césped como en el llamado “Paraíso Arenal”. Nos aterra pensar que el futuro de los Baños de Popea y del Bejarano sea terminar siendo otro “Paraíso Bejarano” o”Paraíso Noriega”.
La protección de la naturaleza es, más allá de una frase de campaña política, una obligación de nuestros políticos, que deben hacer de la defensa de lo público uno de sus objetivos. A quién beneficia la destrucción de los arroyos Molino y Bejarano? A la ciudadanía de Córdoba? A las generaciones futuras de cordobeses? O a los intereses privados de un grupo minúsculo de ciudadanos-empresarios , que, a base de acumular poder acaban por dictar las políticas urbanísticas y medioambientales de la ciudad?
Bartolome Olivares Dobao
Portavoz de la Plataforma Salvemos el Bejarano.