CADENA SER

Un rebaño de 1500 ovejas cruza la ciudad camino de la camapiña cordobesa

El ganado se desplaza dos veces al año en recorridos cortos, buscando aprovechar restos de cultivos herbáceos

Un rebaño de 1500 ovejas de la ganadería Las Albaidas, ha atravesado la ciudad camino a la campiña cordobesa. El paso por la ciudad se dio entre la salida a las 7:00 de la glorieta MarÍAa de Maeztu y terminó en las afueras del polígono de La torrecilla, para después seguir su camino campo a través hasta la finca Mangonegro a unos 15 km

La trasterminancia es un tipo específico de trashumancia en la que el ganado se desplaza dos veces al año en recorridos cortos, buscando aprovechar restos de cultivos herbáceos. En esta fecha se realiza un recorrido menor de 25 kilómetros, en el que un rebaño de alrededor de 1.500 ovejas merinas abandonan la sierra cordobesa y van en dirección a la campiña, donde aprovecharán durante el verano las rastrojeras de cereal y de girasol. En septiembre volverán a la sierra, donde pasan el resto del año.

Córdoba y Los Pedroches son líderes andaluces en ovino, sumando en la provincia 671.300 cabezas y 4.700 explotaciones, incluyendo explotaciones de ovino y caprino, de las que alrededor de 600.000 cabezas corresponden a ovino de carne.

 

CORDOPOLIS

Córdoba, ciudad de ovejas trashumantes

 

El delegado de Agricultura acompaña a la ganadería Las Albaidas en su trasterminancia hacia la campiña cordobesa

Córdoba se ha visto invadida este sábado por rebaños de ovejas que hacían la trasterminancia. Se trata de un tipo específico de trashumancia en la que el ganado se desplaza dos veces al año en recorridos cortos, buscando aprovechar restos de cultivos herbáceos. En esta fecha se realiza un recorrido menor de 25 kilómetros, en el que un rebaño de alrededor de 1.500 ovejas merinas abandonan la sierra cordobesa y van en dirección a la campiña, donde aprovecharán durante el verano las rastrojeras de cereal y de girasol. En septiembre volverán a la sierra, donde pasan el resto del año.

El delegado de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Zurera, y el Presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero haa la ganadería Las Albaidas en su trasterminancia hacia la campiña cordobesa. Partirán de la zona junto a la carretera de Trassierra (Hipercor), en dirección a Guadalcázar.

Para el delegado, aunque el sector del ovino es uno de los grandes desconocidos en la provincia de Córdoba, goza de una relevancia estratégica, y produce una carne de excelente calidad, a la que se debería dar mayor visibilidad.

La producción del ovino en la provincia está ligada a la dehesa, a la producción extensiva, al ovino de carne mayoritariamente, y especialmente concentrado en el norte de la provincia, con más del 90% del censo.

Córdoba y Los Pedroches son líderes andaluces en ovino, sumando en la provincia 671.300 cabezas y 4.700 explotaciones, incluyendo explotaciones de ovino y caprino, de las que alrededor de 600.000 cabezas corresponden a ovino de carne.

Felipe Molina, responsable de la ganadería Las Albaidas, pertenece a la quinta generación de ganaderos trashumantes de Córdoba, que desde hace más de 50 años recorren con su ganado de manera tradicional vías pecuarias de la provincia de Córdoba. Una actividad que a mediados del siglo pasado realizaban en la provincia unos 50 rebaños, y que hoy apenas son 10 las ganaderías que lo llevan a cabo.

Para realizar esta actividad, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha concedido los permisos preceptivos para el movimiento de este rebaño ovino de carne, al igual que otras administraciones públicas en el ámbito de sus competencias.

EL DÍA DE CÓRDOBA

Por el camino más natural

Unas 1.400 ovejas de la ganadería Las Albaidas atraviesan la capital en su camino hacia la Campiña para reivindicar que no se ocupen las vías pecuarias.

Las veredas, las vías pecuarias, hoy casi perdidas, tuvieron una gran importancia para la trashumancia hace varias décadas ya y, por ende, para los ganaderos, los animales y la propia economía de muchos. Las vías pecuarias eran el paso natural de los rebaños en busca de mejores tierras y, con ello, se podían aprovechar mucho mejor los ciclos biológicos de los pastos. Sin embargo, poco a poco esta tradición milenaria está desapareciendo y parece que también condenada a su extinción. Cada vez son menos, las ganaderías y pastores que practican la trashumancia que, además, está bastante limitada en su desarrollo por la falta de caminos practicables para el ganado. Aun así, todavía quedan algunos ganaderos en la provincia de Córdoba que apuestan por este método que, además, beneficia al propio ganado. Es el argumento que defiende el propietario de la ganadería Las Albaidas, Felipe Molina, quien ayer llevó a sus ovejas por la capital en su camino hasta la Campiña cordobesa donde pastarán durante el verano.

Apenas eran las 07:00 cuando la más de 1.400 ovejas de raza merina llegaron hasta la carretera de Trassierra tras pasar por la Sierra de Córdoba y con Felipe Molina al frente de todas ellas. La de ayer era la primera jornada de otras que llegarán a lo largo de las próximas semanas y, por desarrollarse en el mismo terreno municipal, en lugar de trashumancia se denomina trasterminancia. En su recorrido atravesaron la capital siguiendo la cañada que estableciera Alfonso X El Sabio en el Medievo, parte de la cuál ha sido urbanizada, como ha ocurrido en muchas de las veredas para la trashumancia, caminos que traían a oriundos de León, Asturias y Soria hasta la Vega del Guadalquivir.

El paso por la capital de estas ovejas, una estampa que dejó a más de un viandante con la boca abierta por la su propia singularidad y belleza -tanto que hacía volver al pasado- fue además toda una clara reivindicación de las vías pecuarias porque "están ocupadas por las administraciones", anotó Molina. Durante la primera parada técnica de la jornada, el ganadero centró su discurso en la falta de medios que tiene ahora el sector para llevar a cabo la trashumancia con sus animales. "Hay muchos sitios ocupados y es necesario un camino alternativo para nosotros", insistió. En esta línea, consideró que las administraciones públicas son, además, "las que más usurpan" los terrenos que son el paso natural de los rebaños y los pastores.

A pesar de todos estos inconvenientes y trabas, la de Molina es una de esas familias ganaderas que insisten y defienden la bondad de la trashumancia y reivindica su práctica siempre que puede. No en vano, según contó, son ya cinco las generaciones con la suya las que la llevan a cabo. "Es un sistema que está por encima del ecológico", destacó, al tiempo que subrayó que con la trashumancia "se mantienen las costumbres y las tradiciones que se hacían antiguamente". También aludió a las dificultades propias de ejercer esta profesión y lamenta que en los últimos años se hayan perdido numerosos rebaños en la provincia de Córdoba que realicen esta práctica. Es más, aseguró que hace apenas dos décadas el número de rebaños superaba el medio centenar, mientras que ahora apenas quedan diez. A pesar de que Molina confiesa que lo suyo es "pura vocación", reconoció también que es un trabajo "duro, sacrificado" porque el despertador suena demasiado temprano cuando se colocan los cencerros a los machos cabríos por cuyo sonido se guiará el ganado merino, se soportan nubes de polvo a más de 40 grados en rastrojales, hasta poder descansar por la noche. "Es una profesión muy dura, no hay horarios para nadie", reconoció.

Además de ganadero y maestro en las labores de pastoreo, Molina también es biólogo y no tiene reparos en detallar algunos de los beneficios que reporta la trashumancia para el ganado. Entre ellas, el hecho de que recorrer entre 30 y 40 kilómetros por los caminos y veredas habilitados hace que las ovejas "tengan el cuerpo más atlético y musculado", como dijo que están las suyas. No obstante, matizó que también es necesario saber con qué raza es mejor practicar la trashumancia. Una de ellas es la merina porque "su morfología está adaptada al pastoreo y aguantan mucho", indicó. Es más, insistió en que con esta práctica las ovejas "aprovechan más el pasto y engordan más". Junto a estos beneficios, también cita al pasto del que se alimentan. Así, anotó que ahora en verano "hay menos pasto y las ovejas apuran más lo que encuentran". No en vano, durante este tiempo los animales aprovecharán las rastrojeras de cereal y de girasol.

Tras esta primera parada, el destino del ganado será hoy una finca en Gualdalcázar, donde estas más de 1.400 cabezas de ganado permanecerán alrededor de un mes y luego se dirigirá hasta otra finca de la Campiña cordobesa. Será a partir del mes de septiembre, cuando el rebaño de Felipe Molina regrese, también por la capital, a la zona de la Sierra donde pasarán el invierno.

Quien no quiso faltar a este espectáculo de la naturaleza fue el delegado de Agricultura, Francisco Zurera, quien destacó el esfuerzo de la ganadería Las Albaidas por continuar con una tradición "con la que se protege el medioambiente" con un tipo ganado que además es "el gran desconocido" a pesar de que solo en la provincia hay más de 600.000 ovejas en más de 4.000 explotaciones. Según los datos aportados por la Junta, Córdoba y Los Pedroches son líderes andaluces en ovino. En la provincia hay 671.300 cabezas y 4.700 explotaciones, incluyendo explotaciones de ovino y caprino, de las que alrededor de 600.000 cabezas a ovino de carne.

LA VANGUARDIA

Un rebaño de ovejas ha atravesado hoy la ciudad de Córdoba por ramales de la Cañada Real Soriana guiado por Felipe Molina, un biólogo treintañero que sigue la tradición familiar originaria de la trashumancia medieval por sus beneficios medioambientales.

Mover un rebaño a poca distancia se denomina "trasterminancia", un tipo de pastoreo que contribuye a la biodiversidad y al "bienestar" para el ganado, que puede alimentarse con rastrojos, algo que ayuda a preparar los pastos para el otoño, ha explicado Molina.

Por ello, trata de "visibilizar" una tradición familiar de cinco generaciones de pastores y que él mantiene durante el verano cuando se convierte en un "nómada" trasladando, junto a su padre, otros pastores y los fieles perros, su rebaño por tierras cordobesas.

En su recorrido de hoy han atravesado la capital siguiendo la cañada que estableciera Alfonso X El Sabio en el Medievo, parte de la cuál ha sido urbanizada, como ha ocurrido en muchas de las veredas para la trashumancia, caminos que traían a oriundos de León, Asturias y Soria hasta la Vega del Guadalquivir.

A pesar de que Molina confiesa que lo suyo es "pura vocación", ha reconocido que es un trabajo "duro, sacrificado" porque el despertador suena a las cinco de la mañana cuando se colocan los cencerros a los machos cabríos por cuyo sonido se guiará el ganado merino, se soportan nubes de polvo a más de 40 grados en rastrojales, hasta poder descansar por la noche.

Sin embargo, este tipo de trashumancia actual nada tiene que ver con la que realizaba su abuelo o incluso su padre, cuando todo su equipaje cabía en un zurrón, o en las alforjas de algún burro y tenían que mantener la carne enterrándola en la tierra para poder comérsela, como ha recordado Francisco Molina, agricultor de la cooperativa cordobesa de productos ecológicos Almocafre que esta mañana ha acompañado al rebaño.

Dedicado toda la vida al campo, Francisco ha recordado la importancia de la ganadería y la agricultura dado que los ganaderos y hortelanos "tenemos un compromiso con la sociedad" porque "todos los que estamos implicados en la alimentación o en el cuidado de los animales, trabajamos las 24 horas al día".

Por ello, este septuagenario reivindica que los terrenos abandonados de las ciudades deberían de poder cultivarse para cubrir "tantas necesidades de alimentación".

El delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía en Córdoba, Francisco Zurera, ha valorado el esfuerzo de la ganadería Las Albaidas por continuar con una tradición "con la que se protege el medioambiente" con un tipo ganado que además es "el gran desconocido" a pesar de que solo en la provincia hay más de 600.000 ovejas en más de 4.000 explotaciones.

Los cencerros de los machos cabríos no se pararán hoy hasta llegar a la localidad cordobesa de Guadalcázar, y las ovejas, las mayores primero y las jóvenes después, se mantendrán en su rebaño con paso constante, recuperándose del asfalto y a la espera del merecido descanso.

DIARIO CÓRDOBA

 

Ovejas en la ciudad

Un millar de ejemplares de la ganadería Las Albaidas realiza la trashumancia hacia la campiña en busca de los pastos de verano

A la llamada de la tradición, más de una decena de personas acompañaron ayer a los ganaderos Felipe Molina padre e hijo, propietarios de Las Albaidas, que iniciaron la trasterminancia de 1.400 ovejas merinas desde la sierra hacia la campiña cordobesa acompañados por aficionados a esta actividad y ayudados por los perros Moro y Alcalde.

El recorrido comenzó a las 7.00 horas en las inmediaciones de la glorieta María de Maeztu y se esperaba que no durase más de un día y medio. El objetivo es conducir a las ovejas desde los pastos de invierno hacia los de verano, en los que se aprovechan las rastrojeras de diferentes cereales. Felipe Molina hijo detalló que este tipo de trashumancia, que es corta y no se extiende más allá de los 30 kilómetros, es la más realizada hoy en día, «se hace mucho en Andalucía» y el paso por la ciudad se debe a que «las vías pecuarias atraviesan Córdoba».

Además de esto, destacó la necesidad de «dar luz» a esta actividad y explicó que «el problema que tenemos con el cordero es el consumo», lo que hace que la mayoría de la producción tenga que «salir para exportación y si hay algún problema (en los países de destino), se para el mercado y se desploman los precios».

El delegado de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en Córdoba, Francisco Zurera, participó en una primera etapa del camino y destacó que la provincia de Córdoba cuenta con 600.000 ovejas. De este modo, el ejecutivo regional recordó que Córdoba y Los Pedroches son líderes de la comunidad autónoma en ovino y suman 671.300 cabezas y 4.700 explotaciones (entre ovino y caprino). También señaló que a mediados del siglo pasado había en Córdoba medio centenar de rebaños que realizaban la trashumancia, pero en la actualidad este número ha bajado a diez. En el caso de Las Albaidas, se encuentra ya en la quinta generación de ganaderos trashumantes.

Francisco Zurera hizo hincapié en que «el ovino es una de las carnes más exquisitas que tiene la ganadería cordobesa» y, a pesar de esto, «no tiene un índice de consumo importante». El delegado añadió que este sector «es muy necesario, está muy relacionado con las dehesas, con nuestras sierras y con nuestros montes, y las ovejas son los mejores bomberos del mundo».

En la misma línea, el presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero, participó ayer en la actividad y sostuvo que «hay que apoyar la ganadería extensiva no solo para producir una carne de calidad diferenciada, sino simplemente por el hecho de conservación de nuestros montes».

Otros asistentes a la trashumancia fueron el gerente de Bodegas Robles, Francisco Robles, que afirmó que «para mí es muy importante entender la naturaleza desde todas las vertientes» y, como consumidores, «debemos tener el interés de conocer de dónde viene el producto y el trabajo que hay detrás». A esto añadió que «estar en contacto con la naturaleza te sirve también para la reflexión». Otras personas que acudieron a esta cita fueron Pepe Serrano, miembro de la directiva de A Desalambrar, que reivindicó el mantenimiento de las vías pecuarias, y la gerente de Almocafre, Carmen Casas, que apuntó que la ganadería extensiva «favorece el desarrollo de la economía local» y es «un modelo que puede contribuir al equilibrio del sistema y la alimentación saludable».