Si nuestros políticos y autoridades públicas aspiran seriamente a que Córdoba sea declarada ‘Capital Cultural 2016’, tendrán que darse cuenta de que la cultura no se limita a sus manifestaciones urbanas, sino que debe abarcar también el campo, con todos los valores paisajísticos e históricos que encierra. Por eso, esta asociación reclama de parte de nuestros mandatarios un compromiso público y explícito de respetar el medio ambiente, conservar los pocos parajes naturales que aún nos quedan en las inmediaciones de la capital, y facilitar el acceso de los ciudadanos al disfrute de la naturaleza – derecho, por cierto, que está recogido en la Constitución española.

Estimamos, pues, que las siguientes propuestas mínimas se deben plasmar de forma clara en la Agenda 21:

1º Reactivar el proceso de declaración de la sierra como Parque Natural, iniciativa que ya fue aprobada por el pleno del ayuntamiento en 1991.

2º Prohibir terminantemente que se realicen más urbanizaciones en la sierra, sean reducidas (tipo Siete Fincas) o grandes (tipo Torreblanca).

3º Potenciar al máximo el programa de recuperación de caminos públicos que se inició el año pasado.

4º Instar a la Delegación de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para que los arroyos del Molino y del Bejarano, así como otros lugares de interés especial, sean declarados Monumentos Naturales, antes de que sean degradados aún más por sus actuales propietarios. Recordamos que esta propuesta ya fue aprobada por el pleno municipal en junio de este año.

5º Actuar, como se hizo en el caso de la cancela de la Huerta de Ballesteros, con toda la contundencia posible contra los infractores de las leyes que regulan la conservación de la naturaleza y los derechos de paso. Destinar más agentes a las tareas de vigilancia y policía, y no dudar en llevar los casos denunciados ante la fiscalía y los juzgados.

6º Respetar el bosque en galería y entorno del arroyo Rabanales dentro de la urbanización de esa zona, así como otros parajes naturales que se vean afectados por el PGOU.

7º Recabar ayuda de las asociaciones ecologistas, federaciones, entes públicas y en general todos los colectivos implicados en temas de medio ambiente para asegurar la conservación de la naturaleza y el derecho al disfrute de la misma de los ciudadanos dentro de nuestro municipio.

8º En resumen, estimamos en esta asociación que es hora ya de pasar de las meras palabras a las acciones decididas y eficaces en defensa del patrimonio común.

Córdoba, a 21 de septiembre de 2005.