El grupo local de Ecologistas en Acción de Córdoba se ha personado en el expediente administrativo abierto por la Gerencia de Urbanismo, contra la promotora ARENAL 2000, por la apertura de un acceso en el arroyo Del Molino (Baños de Popea), con la intención de realizar un riguroso seguimiento del mismo.
Ya advertimos la semana pasada, que Ecologistas en Acción mantendría una actitud de permanente alerta sobre la tramitación de referido expediente, exigiendo transparencia y prontitud en la resolución del mencionado acto administrativo. Y así lo vamos hacer.
El daño ambiental ocasionado a la zona afectada es muy elevado. Las razones de esta actuación presuntamente ilegal, parece que se van dilucidando en la medida en que se despegan algunos de los interrogantes que orbitan sobre este hecho.
Sin quedar esclarecido el pretexto y la razón de forma determinante, cada día, en la medida en que se empieza a cruzar la información disponible, parece más evidente que se trata de una actuación relacionado con el cambio acontecido en la pedanía de Santa María de Trassierra, con motivo de la revisión del actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Córdoba. Multiplicar por dos la superficie urbana de la barriada de Santa María de Trassierra, por un interés y criterio estrictamente especulativo, ha originado un complejo rompecabezas de parcelas con distintas categorías desde un punto de vista urbanístico.
Este mapa de planificación territorial y urbanística, ha favorecido el establecimiento de una red de fuertes intereses económicos que giran alrededor de las áreas sobre las que se va a materializar el injustificado crecimiento urbanístico residencial en la citada barriada cordobesa. Es muy posible que el origen de tan sancionable actuación tenga una relación directa con lo anteriormente indicado.
Son tales las expectativas de promoción urbanística, la manera más fácil de hacer dinero rápido en este país, el nuestro, las que se han generado para los próximos años en la citada pedanía, con presencia de promotores y constructores ”naturales” del lugar, con parcelas en propiedad, y con la irrupción, por otra parte, de otros constructores que operan tradicionalmente en otras áreas de la periferia de Córdoba, que, todo parece indicar, que intentar entender lo que ha pasado en Santa María de Trassierra pasa inevitablemente por analizar el contexto y sobre todo los cambios, acontecidos en plano urbanístico en los últimos años.
Respecto al anuncio por parte de ARENAL 2000 de invertir 120.000 euros en la regeneración ambiental de la zona que ellos mismos han destrozado, queremos hacer algún comentario al respecto.
Regenerar el espacio natural degradado no es tan fácil como aprobar una partida presupuestaria para la plantación de arbustos y árboles mediterráneos. La inversión anunciada es lo más parecido a un gesto para calmar las críticas despertadas entre colectivos sociales, formaciones políticas, y opinión pública en general. El comportamiento en cuanto a velocidad de crecimiento y producción de biomasa de la vegetación afectada (alisos, olmos, álamos, avellanos, zarzamora, etc.), muestran un balance netamente positivo respecto a especies de crecimiento lento como la encina o el alcornoque.
Es decir, si las condiciones ambientales (clima y suelo, fundamentalmente) se mantienen en los parámetros habituales del área afectada, la regeneración vegetativa esta asegurada, en un periodo de tiempo relativamente reducido.
Por tanto, dejemos que la naturaleza en este caso haga su labor e inicie su proceso de evolución y recuperación de la cubierta vegetal arrasada por una perturbación de origen antrópico.
Igualmente, entre las iniciativas próximas de Ecologistas en Acción se contempla la solicitud a la responsable municipal en materia ambiental, Rosa Candelario, de inclusión de este suceso, en el orden del día del próximo Consejo Local de Medio Ambiente, para su adecuado tratamiento desde el máximo órgano de expresión y participación social del Ayuntamiento de Córdoba en materia ambiental.