Tal como leí en un escrito, por cierto, precioso, éramos "Enamorados del agua que corre" los que nos manifestamos el otro día frente a Arenal 2000. No vamos contra nadie en concreto. En este caso tiene un nombre y en otros tendrá otro, nos da igual que el que lo haga sea de izquierdas o de derechas, sea buena persona o mala persona, no estamos dispuestos a seguir consintiendo esta especulación desmedida, que nos deja sin ríos y sin árboles para respirar. No queremos que nos destrocen los Baños de Popea, que los conviertan en un jardincito rodeado de casitas. Queremos que los recuperen, que no sigan parando allí todas las aguas fecales, que podamos seguir llevando allí a nuestros hijos. No queremos una Sierra plagada de casas, ni una ciudad en la cual no dejan crecer a los árboles. Queremos que de una vez por todas nuestros políticos se hagan eco del pueblo, que es quien los vota, y que comiencen a preocuparse por nuestro entorno. Queremos una ciudad para el peatón, una ciudad para los niños.
Que éramos un centenar... Y os parece poco, un centenar de personas marchando por una carretera bajo el sol sofocante con sus hijos, porque había niños pequeños, porque muchos tuvimos que pensarlo dos veces para asistir a esta marcha, que ahora tengo que decir, mereció la pena. Otros muchos, no tan locos, se quedaron atrás, por la edad, por los niños, por impedimentos físicos.
Somos muchos a quienes nos duele esto que se va a hacer en el corazón de nuestra Sierra. Es a muchos cordobeses a quien les estáis tocando el alma. Nos da igual quién lo haga. No queremos callarnos por más tiempo y lucharemos porque cada vez seamos más.
No somos, sin más, unos ecologistas locos que no tenemos otra cosa que hacer. Somos padres, trabajadores, maestros, somos ciudadanos de a pie que no queremos ya permanecer impasibles. Tenemos que de alguna forma hacernos oír. Si nuestros políticos no lo hacen, tendremos que gritar cada vez con más fuerza. Luchamos contra la guerra de Irak, y ahora tenemos que hacerlo contra la especulación
En mi caso, no me importa que el Ayuntamiento no tenga nada que ver. Quiero que este Ayuntamiento y en particular el partido que gobierna que es a quien yo voté no consienta tal cosa. Quiero que todo esto se paralice. Quiero que aprueben ya el plan de protección de la Sierra.
Quiero hacer un llamamiento a todos aquellos que, como yo, votaron a Izquierda Unida, a aquellos trabajadores de Arenal 2000 que gritan apoyándolo, a todas estas asociaciones de derechos humanos. En general, a toda la ciudadanía, para que juntos luchemos por la naturaleza y contra la especulación desmedida que está acabando con nuestros parajes naturales, y, con ello, con parte de nuestro pasado. Hagámoslo cada uno como podamos, con pancartas en nuestras ventanas "Salvemos los Baños de Popea", con carta a los periódicos, recogiendo firmas o bien simplemente firmando, apoyando las concentraciones en la calle, etc , cada uno como se le ocurra.
Virginia Molina
Córdoba