El día 20 de mayo de 2003 se colocó el Monolito de San Jerónimo en la puerta del Ayuntamiento de Córdoba. Esto se ha podido conseguir por las denuncias de la Plataforma en defensa de nuestros caminos "A Desalambrar". Este triunfo es el principio de otro más importante, la recuperación de los más de 1000 kilómetros de caminos municipales perdidos, usurpados y en estado de abandono.
Historia de un monolito del año 1789
Uno de los valores más importantes que como cordobeses poseemos es nuestra vasta historia. En cualquier rincón de esta noble villa aparecen elementos que nos sumergen en un mundo tan antiguo como fascinante.
Esto fue lo que me sucedió cuando me puse a investigar sobre un monolito que se encuentra en el cruce de la carretera CP-248 con CP-79. Este es de forma cúbica donde se podía leer un texto cuanto menos curioso:
POR SENTENCIA A INSTANCIA DEL SEÑOR DOCTOR DON FRANCISCO XAVIER FERNANDEZ DE CORDOVA DEAN DE SU SANTA IGLESIA Y ANTE DON FRANCISCO MOLINA AÑO DE 1789 CONFORME ATITULOS DE ESTA CIUDAD SE HALLA DECLARADO QUE EL PRESENTE Y DEMAS CAMINOS QUE POR ESTAS TIERRAS DESCIENDEN A LA CIUDAD DE CORDOBA SON PUBLICOS DE PUBLICO TRANSITO Y DISFRUTE Y USO COMUN Y DE LOS PASAJEROS O POR ELLOS VIAJEN.
Preguntando a muchas personas mayores sobre esto me entere de que otro monolito con este mismo texto se encontraba en las cercanías de Medina Azahara, y que sin saber porque este desapareció en el año 1992. Esto unido a lo fortuito del encuentro de un amigo con este otro monolito desaparecido en el interior del Monasterio de San Jerónimo propiedad de la Marquesa del Merito hizo que empezáramos a movilizarnos para primero denunciar y luego intentar recuperar este trocito de historia.
El 12 de Abril del 2002 se presenta una denuncia en el Ayuntamiento de Córdoba denunciado el hecho y pidiendo se abran diligencias para recuperar este documento histórico. El Ayuntamiento traslada la denuncia a la Delegación de Cultura y esta en principio no parece interesarse demasiado aunque posteriormente y después de una denuncia del hecho en el periódico deciden actuar, mandando una carta a la señora Marquesa y esta a través de su abogado contesta que el citado monolito lo puso allí su padre. Después de ver que el asunto se alargaba en el tiempo me persone en la Policía Autónoma que parece se están tomando mucho interés por esto de proteger nuestro patrimonio. Es cuando todo este proceso se agiliza de forma considerable y se pone en manos de un juez que decide actuar y pedir a Cultura que se actué en derecho y se recupere el citado Monolito.
Pero intrigado por la sentencia de la que se alude en la inscripción de la piedra busco en vano el documento en el Archivo Histórico Provincial y en esto me encuentro a mi buen amigo Pepe Aumente Rubio que para mi sorpresa me cuenta una historia relacionada con el citado Monolito y es que su tío Antonio Rubio, ingeniero de caminos de la Diputación de Córdoba en el año 1935 cuando procedía a hacer la carretera de Medina Azahara se encuentra la curiosa piedra casi enterrada y pone esta en la entrada del camino del Monasterio de San Jerónimo. Pero mi buen amigo Pepe me comenta también que en el libro Fundaciones Monásticas de la Sierra de Córdoba se cita en él capitulo dedicado a San Jerónimo el asunto del porque de la colocación del Marmolillo con la inscripción en el camino.
Y aquí emprendo mi búsqueda de ese libro del año 1909 editado por el diario Córdoba y del que es autor Manuel Gutiérrez delos Ríos. En todas las bibliotecas de Córdoba parece estuvo algún dia el citado libro pero de todas ha desaparecido, incluso de la Real Academia de Córdoba. Pero un funcionario de esos que también les mueve la curiosidad y aman su trabajo me busca el citado manuscrito y encuentra una copia en la Biblioteca Nacional único poseedor al parecer del citado documento, y en quince días recibo la copia, donde para mi sorpresa y alegría encuentro el texto tan buscado que más que curiosa es una prueba de la vida de disputas entre autoridades en la antigüedad. En este texto se puede leer:
Corría el año de 1789 en la vida del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso.
Con motivo de unas obras que se estaban realizando en la Catedral el Cabildo Eclesiástico de esta Santa Iglesia, venían las carretas del mismo-conduciendo materiales para ella de la próxima aldea de Trassierra, tres leguas de esta capital, y bajaban á la ciudad por el antiguo camino que cruzaba los terrenos del Convento de San Jerónimo.Tuvo noticias de ello el prior de dicho Monasterio, y resentido de que no le hubiesen pedido permiso á él, considerando aquella vía como servidumbre exclusiva del Convento, mandó á sus guardas se situaran en las lindes de las tierras que eran Propiedad del Convento y que cuanto llegaran las carretas del Cabildo fueran detenidas y denunciadas.
Así se hizo, en efecto, y los encargados de las carretas bajaron a dar parte al Deán de lo ocurrido, lo que le molestó tanto, que dispuso quedaran allí detenidas hasta que se ventilara el derecho de los Frailes sobre el camino. Entabló un largo y costosísimo pleito que tardó en ser fallado por la Real Cancillería de Granada dos años y pico, resolviendo el litigio en favor del Deán, en cuyo día volvieron á uncirse los bueyes á sus carretas y continuaron su interrumpida marcha.
Para que siempre constara que las dichas carretas habían podido ser detenidas, pero no vueltas atrás por el Prior de San Jerónimo; y el Deán, para molestarles aun mas mando poner dos grandes marmolillos de piedra negra en las lindes alta y baja de aquel camino, con la declaración de ser pública aquella vía.
El que se encuentra en la cumbre del cerro, distante de la actual carretera unos quince ó veinte metros, y situado en el kilómetro 10 de la misma, tiene la siguiente inscripción:
«Por sentencias a instancias del señor Doctor don "Francisco Xavier Fernández de Córdoba, Deán de esta Santa Iglesia, ante don Francisco Molina, año de MDCCLXXXIX, conforme á títulos de propiedad, sé halla declarado que el presente y demás caminos que sobre esta tierra descienden á la ciudad de Córdoba son públicos, de público tránsito y disfrute del común y de los pasajeros que por ellos viajan.>>
Al de abajo le faltan las primeras frases, y dice la expresión en sentido contrario:
«conforme á títulos de propiedad, sé halla declarado que el presente y demás caminos que sobre esta tierra suben al interior de la Sierra son públicos, de público tránsito y disfrute del común y de los pasajeros que por ellos viajan.>>
Como tanto los hombres como los bueyes que conducían las carretas, según se ha dicho, estuvieron parados tan largo espacio de tiempo, desmontaron aquel sitio de una manera tan perfecta, que aun hoy día, á pesar de hallarse poblados de espeso monte bajo todos sus alrededores, es escasa la mata que allí se encuentra nacida, con seguridad, muy posteriormente á estos sucesos, y tomando aquel sitio desde entonces el significativo nombre de El Raso de los Mesoneros, que es con el que hoy se le conoce.
El dia 4 de diciembre de 2.002 a las 13,46 se hizo entrega del citado monolito a la Policía Autónoma y responsables de la Delegación de Cultura. “La Plataforma A Desalambrar” ha través de un manifiesto de adhesión ha conseguido recoger mas de 3.000 firmas de ciudadanos que solicitan que se situe en la puerta de nuestro Ayuntamiento como una forma de dejar patente la importancia de nuestro patrimonio histórico y nuestro derecho como ciudadanos a hacer uso de los caminos públicos. Y que para que conste referencia del histórico litigio se coloque una reproducción de este monumento en su lugar original que como sabemos es la entrada del camino de San Jerónimo, junto a Medina Azahara.
Asistimos al final de esta historia que comenzó en 1789 , hemos rescatando parte de nuestro patrimonio histórico. Este pequeño logro nos parece un primer paso para devolver al pueblo de Córdoba los mas de 1000 kilómetros de caminos pùblicos que se encuentran abandonados, sin inventariar y lo peor en manos privadas
Bartolomé Olivares Dovao
El monolito de arriba, situado junto a El Cruce, sufrió peor suerte. En unas obras de remodelación de la glorieta un caminón lo golpeó y quedó destrozado. El ayuntamiento encargó una copia, que fue mal entendida porque se hizo una copia del monolito de abajo, que es totalmente diferente.
Monolito de arriba original
Contra nuestra opinión, justo antes de dejar el cargo, el concejal del PP ubicó el monolito restaurado junto al Río Guadalquivir, cerca del Molino de la Albolafia