16.- Camino Vecinal. Camino de Carros de Valdelashuertas y Vereda del Vado del Degolladero

16. Camino Vecinal. El que partiendo de la vereda pecuaria que conduce a Almodovar (Vereda de la Porrada), en el sitio nombrado Cruz de la Mujer, se dirige a Valdelashuertas, atravesando terrenos que fueron baldíos, los de la dehesas de la Porrada, Valdegetas y el olivar de Valdelashuertas hasta donde alcanza este término municipal.

Ubicación y documentación antigua

La Cruz de la Mujer está ubicada en el cruce entre la Vereda del Vado del Panduro y la Vereda de la Porrada, saliendo del mismo lugar también la Vereda del Vado de Linarejos, y siendo parte del camino de Trassierra a Almodóvar. De ahí a Valdelashuertas aparece en los planos de 1872 un camino principal llamado Camino de Carros de Valdelashuertas, que toma dirección norte, por la finca La Porrada, se une primero con el Camino de Herradura de Valdelashuertas (camino 17) y con la Vereda y Cañada de la Teja (camino 18) para llegar al Molino de Valdelashuertas (aquí vídeo del interior). Dado que es el único camino que tiene ese recorrido, parece incontestable que se trata del mismo. Posteriormente el único camino que desde ahí cruza el término municipal es la Vereda del Vado del Degolladero, por lo que está claro que es por donde continúa el camino. Más detalle sobre la documentación existente en este documento

Desde la Cruz de la Mujer hasta el cruce con el camino 18 en 1872 es camino de carros, con anchura de 3 metros, desde ahí hasta el cortijo de Valdelashuertas se reduce a 2 metros. La Vereda del Vado del Degolladero está clasificada como vereda, y su ancho es de medio metro. En el catastro de 1950 cambia como se nombra a los caminos, y el tramo hasta el encuentro con el camino 18 se sigue llamando Camino de Valdelashuertas, pero desde ahí al cortijo de Valdelashuertas y Fuente de la Teja se llama Camino y Cañada de la Teja continuando el camino 18. Desde Valdelashuertas al Guadiato se llama también Camino del Vado del Degolladero.

Aclaración: cuando dice que los terrenos fueron baldíos se refiere a que fueron terrenos comunales del municipio de Santa María de Trassierra.

Estado actual

Es posible recorrer el camino completo sin saltar vallas, aunque la propiedad, Cajasur, no admite que el camino sea público, por lo que podemos no ser bien recibidos. Es transitable en su totalidad, aunque en la parte más cercana al Río Guadiato está bastante complicado. Al final, dependiendo de como de crecido vaya el Guadiato, será posible pasar sin mojarse o no. Cuando se llena el pantano de la Breña II llega hasta ahí.

Recorrido por tramos

Tramo 1. De la Cruz de la Mujer al cruce con el camino 18

Comenzamos en la Cruz de la Mujer. Descansadero que como se ha dicho es un cruce de veredas y caminos.

Según Bartolomé Olivares en su guía Andar por la Sierra de Córdoba "Se cuenta que aquí una mujer fue devorada por un lobo y en su agonía grabó una cruz en una encina". Efectivamente hay una cruz en la encina que correspondería con la leyenda.

El camino está vallado en la Cruz de la Mujer, aunque hay una cancela que está abierta ya que fue condicionante de la Junta para permitir el paso por la Vereda del Vado de Linarejos. Hay que tomar el camino que sale hacia el norte, unos metros a la derecha. En pocos metros pasamos junto al gran cortijo La Porrada Nueva. Seguimos hacia el norte desechando algunos caminos. Más adelante hay que salirse del carril, que hace una curva de construcción más reciente, para bajar una vaguada donde no hay carril actual pero sí es fácil andar. Unos metros más adelante retomamos el carril, por donde llegaría el camino 17. El carril nos llevará al encuentro de la Cañada de la Teja, en donde hay un puentecillo para cruzar, y se incorpora el camino 18.


Descansadero de la Cruz de la Mujer	¿Es esta la Cruz de la Mujer?


Cancela para entrar	Espectacular alcornocal en el camino


Tramo fuera de carril	Puente en la unión de los caminos 16 y 18

Tramo 2. Del cruce con el camino 18 a la Fuente de la Teja

Giramos a la izquierda por el carril, y bajamos por el mismo, llevando a la izquierda el arroyo Cañada de la Teja. Desechamos un camino que nos sale a la derecha, seguimos hasta un cruce donde hay una explanada a la derecha. A la derecha estaba el cortijo de Valdelashuertas hasta finales de los años 90. Bajando un poco llegamos a la Fuente de la Teja o del Chorrillo, mencionada como pública en las ordenanzas de 1884, y que fue declarada mineral, con un proyecto, que por suerte no cuajó, de ser embotellada. Uno de los manantiales más importantes de la sierra de Córdoba y que al que no le falta el agua, a no ser que la propia finca la desvíe. La fuente la remodeló Rafael Gómez e hizo unos bancos. Un poco más abajo hay un molino, muy interesante, y restos de otro. Hasta hace unos años se formaba una espectacular cascada ahí, que ahora apenas se ve, aunque sí los restos de travertino, si no nos lo impide la abundante vegetación. Bajando siguiendo el arroyo, con cierta dificultad, se puede salir a la carretera por una portilla abierta. Esta entrada está abierta dado el carácter público de la fuente.


Fuente	Alcubilla

Cortijo de Valdelashuertas, ya derruido (foto aprox. 2003)	Molino de Valdelashuertas

Tramo 3. Desde la Fuente de la Teja hasta el Río Guadiato.

Hay que volver al cruce anterior, y tomamos a la derecha. Aquí hay una encrucijada de carriles y cortafuegos, por lo que es difícil acertar sin GPS. Hay que bajar hacia el norte, pero sin tomar un cortafuegos que sale directo, sino girar un poco al oeste. Vemos una casilla en ruinas que es llamada la Casilla de los Aceituneros en los mapa antiguos. Seguimos un carril unos metros, donde se aprecian algunos restos que parecen ser de otro molino, y otro lugar donde se forma otra cascada cuando hay abundantes lluvias. Justo después hay que dejar el carril, que baja directo para el río, y tomar una vereda, preciosa y por tramos bien marcada. Esta vereda llega a un rellano donde hay estupendas vistas del río, donde hace un gran rodeo por un tramo sin arboleda. Seguimos por tramos muy bonitos y bien marcados, para al final llegar a los terrenos expropiados para el pantano de la Breña, que están inundados de vegetación, que hay que atravesar para llegar al río.