Un buen día de campo el de este do­mingo, con casi calor, y una asistencia de unas 60 personas. Esta vez no recurrimos a los alicates, pero recorrimos veredas que hasta hace poco nos estaban vedadas, y sin que nadie nos dijera nada...Eso puede ser señal de que algo se avanza, al menos en este campo de las vías pecuarias. Salimos de Las Jaras y nos dirigimos al camino provisional que se habilitó como Vereda de la Pasada del Pino mientras que se realizaba el deslinde. Este ya está casi finalizado, y de nuevo volverá a su trazado real. Este camino que hicimos, muy bonito también, es el Camino de los Picapedreros, que es público, y por tanto no se perderá. Por cierto, el nombre no parece casual, porque piedras hay una jartá

Este tramo del camino tiene el encanto de ir sorteando los grandes bloques de granito. Aquí, atravesando el arroyo de Los Picapedreros ( o Torrente Joven, como se le conoce oralmente

Esta cancela da entrada a la finca Los Villares Altos, y estaba abierta.

Vemos el cartel que indica que estamos en la Vereda, y que alguien se encargó de recordar que era provisional. Y un bonito barranco detrás.

Queríamos llegar al trazado real, así que nos desviamos por un camino, hasta que llegamos a este cortijo, según algunos llamado del Proveedor, porque era el sitio al que ina la gente de la zona para consegir proverse de bienes. Este ya está en el trazado real de la vereda

Pero queríamos ver parte de lo que nos habíamos perdido, y volvimos por el trazado real de la vereda, junto al arroyo de los Arenales, hasta que llegamos a la malla que impide el paso (tampoco es una malla enorme). No quisimos cortarla ya que, estando a punto de deslindarse, y sin aber presntado la propiedad alegación, sabemos que pronto no estará. Esta parte de la vereda coincide con otro camino público, el camino del Proveedor.

Volvimos de nuevo al cortijo anterior, y de ahí continúa la vereda por un cómodo carril.

En poco rato llegamos al borde del campo de golf de Los Villares. Por esa cancela, ahora detrás de una malla, debe pasar la vía pecuaria. No la abrimos por el mismo motivo expuesto antes. Aquí la propiedad ha intentado desviar al vereda por el borde del campo de golf, camino incómodo e ilógico, cuando, como se ha demostrado hoy, se puede caminar sin problemas por dentro del campo de golf

Un poco más abajo hay una cancela por la que sí se puede pasar sin problemas. Y henos aquí en el campo de golf, junto a algunos jugadores que nos miran algo extrañados

Al contrario que otras veces que se ha pasado por aquí, nadie nos pidió explicaciones.

La foto de grupo, junto al lago que hay en el campo de golf.

Tras salir del campo de golf llegamos a la carretera de Los Villares. Aquí me probé como me quedaba la mochila porta-Selene

Tras un breve paso por un carril paralelo a la carretera, tomamos caminos de Los Villares Bajos, monte público, bordeando la malla del campo de golf. Al fondo, el cerro San Cristóbal, que está junto al Lagar de la Cruz

Llegamos a la zona del Centro de Interpretación de Los Villares. Aquí hicimos una visita al centro, y aprovechamos el bar del camping para comprar bebidas, y comer.

Reanudamos el camino, por los senderos interiores del parque, hasta llegar al Arroyo de Don Lucas. Aquí nos incorporamos a la Vereda de Linares. Un maravilla este tramo, con una vegetación en plenitud, pero por un camino cómodo.

Al rato, tenemos que cruzar el arroyo por este puente roto, ya cerca de la carretera de Las Jaras. Algunas se lo pensaron

Como véis, aquí no ha hecho falta vértice, ya hay una piedra de grandes dimensiones

Las vistas son impresionantes, se abarca prácticamente toda la sierra de Córdoba. Aquí tenemos al Torreárboles

El Cerro San Cristóbal, algo más cerca

El Embalse de La Encantada, ya totalmente rodeado de urbanizaciones. ¡Qué pena!

A lo lejos, todos los cerros de Villaviciosa

Y más cerca, Los Riscos. Un paraje que no parece que esté en nuestra modesta sierra

Finalmente tomamos un camino, bastante más cómodo, en dirección nordeste, saliendo a la carretera en poco rato, y volvimos por un tramo de la Vereda del Pretorio de nuevo a los coches