El motivo principal de la ruta de este día era dar a conocer una vereda que en este tramo no es muy conocida. Aunque pasa por un terreno muy conocido, las cuencas de los arroyos Pedroche y Santo Domingo, poca gente sabe que por ahí discurre la Vereda de Linares y cual es su trayectoria. Para completar la ruta recorrimos un camino recientemente desbrozado, la Cañada de la Monja, de una gran belleza, y bajamos a Córdoba por la Vereda del Villar, yendo luego a conocer algunas históricas alcubillas.
Poca afluencia de caminantes en este día, creo que se mezclaron varias cosas: la anunciada dureza de la ruta (al final salieron unos 22 km hasta la llegada a Colón, hasta la parada de autobús hubieron sido 17), que era puente, el mal tiempo de los días anteriores, y el carnaval. Y además un fallo técnico en el correo que hizo que el último anuncio no le llegara a alguna gente.
Una pena, porque la ruta creo que fue espectacular, igual que el día que nos hizo. Aunque el ser menos gente nos dio oportunidad de ir más relajados y disfrutar más, así como de echar más fotos.
Vídeo de Javier Martínez
Entrevista en PTV comentando la ruta
Fotos propias y de Pedro Carlos Muñoz.
El autobús de AUCORSA que habíamos alquilado nos deja en la carretera que va al Santuario de Linares, después de pasar la urbanización Paraiso Arenal. En pocos metros hallamos el cruce de la Soriana con la carretera.
Y en unos minutos llegamos al sitio donde la Vereda de Linares, que desde el puente cercano a Linares viene junto a la Soriana, se separa de ésta. Este tramo, que pasa por la finca San José, está en algunos tramos bien, y con clara traza del camino antiguo. En otros está semiperdido y necesitaría un desbroce. Hay que decir que en el año 2009 se aprobó, junto al deslinde, una modificación de trazado que lleva a la vereda más al norte, más lejos de la carretera. Sin embargo, ese trazado alternativo es impracticable, por lo que de momento mantedremos el original.
Pasamos muy cerca del cortijo San José, donde aparece un perro con aire de pocos amigos (foto de otro día).
Llegamos a las cercanías de la nueva carretera, que solo cruzamos al final
Un tramo donde se aprecia bien el trazado de la vereda.
Al llegar al cruce con la antigua N-432 el deslinde dice que deberíamos ir por aquí, donde hay una parcela que nos impide el paso. ¿Construida encima de la vereda?
Por esta causa nos vemos obligados a dar un rodeo de unos cientos de metros por la carretera, y tomar por la calle de Las Corralitas
Nos desviamos por un espacio libre, donde está clara la huella de ciclistas.
En la subida podemos ver la locura urbanística de esta zona de un gran valor natural, con construcciones unas ilegales pero en vías de legalización, las otras legales. Pero en todos los casos una auténtica aberración de quien solo sabe disfrutar de la naturaleza destruyéndola.
Por suerte aún queda un hueco que nos permite llegar a un túnel de la antigua vía de tren Córdoba-Almorchón, ojalá algún día Vía Verde.
El túnel es corto, no se necesita siquiera frontal.
Un corto tramo al otro lado por la vía, y llegamos a la carretera nueva.
Aquí dos puentes, uno para la vereda y otro para la vía del tren. Por desgracia ambos antiguos caminos tienen ahora poco tránsito acorde con su naturaleza. Pero uno y otro un gran potencial de gente que nos gusta caminar o hacer bicicleta.
Al cruzar la carretera seguimos un carril, pero antes de llegar a lo que fueron cabrerizas del Cortijo de Orive Bajo comenzamos a subir al Cerro de Los Pradillos, por la cuerda de la loma, buscando veredillas.
Desde arriba vemos el cortijo que está en el lugar de dichas cabrerizas, donde también hay perros sueltos, aunque estos no se acercan mucho.
La cima del Cerro de Los Pradillos tiene muchas antenas que lo afean un poco, pero excelentes vistas.
Bajamos por la vereda, muy cerca del apartadero de triste recuerdo, ya que allí murieron dos personas en un famoso accidente de 1964. Es muy curiosa la historia de este apartadero que se puede leer en la ferropedia ya que su diseño fue claramente erróneo, lo que solo fue solucionado tras el accidente mortal.
La bajada por la vereda es por un camino poco claro, pero bastante sencillo. Pasamos por la Fuente de los Pradillos, que ya no recoge el agua que sin embargo sí que mana en abundancia justo encima.
Bajando en dirección al Arroyo Pedroche hay sitios donde el antiguo camino se nos muestra claramente.
Cruzamos el Arroyo Pedroche
Y segunda subida del día, a la Meseta Blanca, o Mesa del Sol, como antiguamente se llamaba. La vereda recorre el collado que hay junto a ella, pero nosotros hacemos un desvío para recorrer la meseta e ir a la Cueva de las Cabras, la mayor de las varias que hay en sus laderas.
Espectacular este lugar lleno de florecitas
El valle del Arroyo Ventillas, al que después bajaremos.
Una gran cornicabra
El Cortijo Valero, que está bajo el Cerro de los Pradillos, a media ladera.
Tras pasar por un estrecho sendero a media ladera, llegamos a la cueva, también llamada Cueva del Tempranillo.
Tiene dos grandes salas consecutivas, y una más pequeña. Podéis ver aquí la topografía de la cueva elaborada por el grupo G40
Salida del sendero que viene de la cueva. Por aquí es más fácil llegar.
Ante nuestros ojos una nueva bajada, hacia el valle del Arroyo Ventilla.
La vereda pasa entre los dos cerretes
Cruzamos el arroyo
Tras otra subida, ésta corta, llegamos a un collado desde donde vemos el Cortijo Barrionuevo
Antes de llegar, pasamos el Arroyo de Porras. ¿Cuantos van?
Las ruinas del cortijo, en una península entre los arroyos Porras y Barrionuevo.
Y ahora viene la subida más fuerte, por un lugar donde se hace difícil pensar que vaya una vereda, aunque en algunas partes si que hay restos de un antiguo camino.
Pero antes, cruzamos el Arroyo Barrionuevo.
En un momento hemos subido mucho, ahora el cortijo se ve muy abajo.
La subida nos pone justo encima de una cantera. Muy buenas vistas desde aquí, vemos la Meseta Blanca y el Cerro de los Pradillos por donde hemos pasado.
Por un carril que bordea la cantera, nueva bajada. Ahora al valle del Arroyo Santo Domingo
Enfrente vemos el Santuario de Santo Domingo
Cruzamos el arroyo Santo Domingo entre antiguas canteras
Justo a la izquierda de una pequeña cantera sale un agradable sendero, en nueva subida, por donde continúa la vereda
De nuevo hay algunos trazos de camino antiguo
Llegamos a la parte final de la Urbanización Santo Domingo. Tenemos que andar un poco por las calles, y subimos al Calvario, que algunos no conocían, y desde donde también hay buenas vistas.
Desde aquí vemos el camino que nos queda: las antenas junto a la carretera y la subida de la Cañada de las Monjas.
Antes, seguimos por la vereda, que ahora va justo al lado de un chalet, hasta dar con el arroyo de Fray Luis. Aquí hay un curioso monumento en recuerdo de Fray Luis de Granada, que da nombre al arroyo.
Gracias a Paco Muñoz conocí que en 1872 Rafel Romero Barros pintó un cuadro con el motivo de esta cruz
Y el arroyo hace una buena cascada
Salimos del arroyo junto a un chalet, y algunos nos avituallamos en el Restaurante Santo Domingo, que queda al lado. Emprendemos una nueva subida.
No muy lejos vemos la ermita más alta del conjunto de Santo Domingo, la de la Magdalena.
Y llegamos junto a la antena que hay en la curva de la carretera de Los Villares.
Aquí el deslinde oficial de la Vereda de Linares continúa por la carretera. Nosotros la cruzamos para seguir por un camino medio borrado, pero que fue un carril, la Cañada de la Monja.
La Cañada de la Moja aparece en la descripción de la Vereda de Linares, y por tanto parece posible que debiera pasar por aquí la vereda y no por la carretera. En su día presentamos esta alegación al deslinde. En cualquier caso es un paso natural, y además con canalizaciones antiguas. La carretera antigua (Cuesta del Cambrón) la atravesaba, y después se hizo un carril por parte de telefónica, del que hay bastantes postes.
Sendero espectacular, con un primer tramo más complicado y después ya más cómodo
Eso sí, con una fuerte subida.
Y cuando llegamos arriba, a la Vereda del Villar, lugar por donde hemos pasado cientos de veces, ya lo vemos con otros ojos, viendo todo el recorrido que hemos hecho desde el Cerro de los Pradillos.
Tras una parada breve, bajamos por la Vereda del Villar.
Recordamos que el camino más utilizado desde aquí, por la ladera, es el Camino de Los Morales. La Vereda del Villar va por el fondo de la vaguada, y también es muy bonito. Además, antes estaba complicado, pero ahora está bastante bien desbrozado.
Llegamos a la Fuente de las Alberquillas (nombre que no me aparece por escrito en ningún sitio, pero es el que más habitualmente se utiliza), lugar donde hacemos la parada para comer, que ya es hora después de tanto andar.
Seguimos bajando por la Vereda del Villar, dejando al lado el desvío del Camino de Los Morales
La mole del Hospital de Los Morales
Este tramo, también desbrozado hace un par de años, es muy bonito, para mi gusto más que el camino.
Y llegamos al Abrevadero de Los Morales, por desgracia seco parece que para siempre.
Seguimos recorriendo la vereda, que hace algunas curvas un poco raras, hasta salir a la carretera que va al hospital. Como vemos, le han puesto su nombre a la salida. Está bien, para que la gente conozca el territorio.
Cruzamos y seguimos por la Vereda del Villar, que ahora atraviesa un eucaliptal en el entorno de la Huerta de Hierro.
Joaquín Cabello y yo hablamos sobre las alcubillas que hay en esta zona, y él se ofrece a mostrarnos las que hay en la Huerta de Hierro. Entramos por un lugar donde no hay mallas, y pasamos junto al cortijo, que está en muy mal estado.
Un conjunto de lumbreras de las conducciones que van subterráneas. Estas conduciones llevaban las aguas del Cabildo.Más información en el blog Notas Cordobesas
Una de las alcubillas. Lleva muchísima agua.
Otra alcubilla, algo más arriba. El interior de esta es muy curioso, ya que parece que tiene unos bancos
Hay un proyecto para canalizar todas estas aguas y desviarlas al Arroyo de la Palomera. Sería una pena que eso siginficara que este patrimonio se secara. Por otro lado, es urgente la protección de este patrimonio de alcubillas y canalizaciones históricas de Córdoba, ya que con la urbanización de los alrededores estamos destruyendo este testigo importantísimo de la historia de Córdoba.
Se puede leer mucha más información en esta entrada de Notas Cordobesas
Y más: esta zona de momento no es urbanizable, hay que estar muy pendientes para impedir cualquier nueva recalificación en la Sierra. Como dice el manifiesto que hicimos hace unos años: ni un ladrillo más que no sea inevitable en la sierra.
Finalmente la vereda llega al Barrio de la Castilleja por aquí.
Como teníamos que bajar al centro, propongo ir a buscar otra alcubilla que se supone que hay en las cercanías. Así lo hacemos, bajando junto al cauce del Arroyo de San Cristóbal. Descubrimos que hay un parque aquí, en algunos tramos bien conservado, en otros no tanto, y en otros parece que sin acabar.
Y aquí está la alcubilla, casi enterrada en las zarzas.
Seguimos bajando, pasando ya por calles con chalets, y al final llegando a otro reducto de naturaleza, justo antes de llegar a la glorieta de Sansueña, antiguo descansadero del Molinillo de Sansueñas, desafectado en el año 2002. Este descansadero era el nexo de unión entre la Vereda del Naranjo, la Vereda de Sansueñas. la Vereda del Arroyo del Moro y la Antigua Vereda de Sansueñas, todas ya perdidas por el crecimiento urbanístico.
Os podéis bajar el track de aquí
En formato kml para Google Earth aqui
Aquí tenéis la ruta en nuestro visor cartográfico. Para ver la ayuda del visor podéis pinchar aquí
También podéis ver el plano en imagen aqui(pincha para verlo más grande)