Domingo 13 de diciembre
La Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos, la Plataforma A Desalambrar y el Foro por la Memoria de Córdoba convocan una ruta-protesta por unos montes públicos andaluces abiertos.
El uso público de los montes públicos de la Junta de Andalucía, a pesar de estar amparado por la legislación, se ve coartado en casi toda Sierra Morena, dándose una situación de privatización de muchos de los montes, y de uso prácticamente exclusivo de los montes para la caza.
Recorreremos uno de los montes públicos en el que en numerosas ocasiones los guardas de un club privado, la Sociedad de Cazadores de Villaviciosa, coaccionan a los senderistas para que se vayan, contraviniendo la legislación que ampara la realización de actividades recreativas en los montes públicos, con la inacción de la Junta de Andalucia, titular del monte.
Este monte además está declarado Lugar de la Memoria Histórica, por lo que estos problemas para recorrerlo son aún más escandalosos.
La ruta se dividirá en dos partes para facilitar la participación de todos. En primer lugar se hará la ruta Olivarjo-Barranco de la Huesa, de ida y vuelta, con 8 km.
Posteriormente, quien quiera, podrá realizar la ruta circular del Monte Los Boquerones, con 9 km de longitud, completando 17 km. Ambas rutas son de dificultad fácil.
La cita será a las 9 en la Torre Malmuerta.
Se invitará a los grupos parlamentarios andaluces para que sepan cual es la situación de privatización de hecho del uso de este monte.Ya está bien de que una minoría de personas tenga un uso exclusivo de los montes. Ya está bien de privatización, puertas cerradas y coacciones.
Pero la situación no es aislada, sino que la mayor parte de los montes de Sierra Morena está en una situación similar:
Informe sobre privatización y prohibición fraudulenta del uso público en los montes públicos de Andalucía
La Junta de Andalucía cuando asume las transferencias como consecuencia de la reforma de las administraciones públicas, crea la Dirección General de Medio Ambiente de la Consejería de Ordenación del Territorio, en 1984. Más tarde, se creo la Agencia de Medio Ambiente.
Actualmente, la Junta de Andalucía tiene bajo su tutela más de 1 millón de hectáreas, unas 200.000 en Sierra Morena. Durante todo este tiempo en Sierra Morena el manejo de las fincas públicas de carácter forestal ha estado enfocado a la actividad cinegética, ejerciendo un uso privativo de un recurso común, y supeditando, en la inmensa mayoría de los casos, la conservación del patrimonio natural de todos los ciudadanos y a la realización de actividades colectivas sostenibles, como el senderismo o la observación de la naturaleza.
La Junta de Andalucía debería de cumplir estrictamente con el artículo 45.2 de la Constitución Española y del la normativa ambiental de carácter autonómico, que asegure y garantice que el uso público del medio natural no esté supeditado a actividades que ejercen un uso privativo del patrimonio de todos los ciudadanos, como ya hemos señalado que viene ocurriendo desde hace décadas en Andalucía.
A lo largo de los últimos años se viene dando un hecho fraudulento: la prohibición de hecho de realizar actividades recreativas en los montes públicos cuya titularidad es la Junta de Andalucía
El Reglamento Forestal deja muy clara la legislación en estos momentos:
Artículo 104. Normas generales de uso de los montes públicos.
- 1.Sin perjuicio de otras previsiones que en su caso se deriven de la normativa aplicable en espacios naturales protegidos y las normas particulares que en cada caso puedan establecerse, se autoriza con carácter general el uso recreativo de los montes públicos siempre que se realice de tal manera que no se produzcan ruidos ni actividades susceptibles de perturbar el disfrute o utilización por parte de otros usuarios, ni se derive riesgo para la conservación del medio natural o alteración grave de los hábitos de la fauna silvestre.
- Sin embargo, en varios montes públicos son muchos los problemas que se encuentra quien intenta entrar para hacer cualquier actividad de este tipo, como senderismo o ciclismo. Esto depende de la forma en que se gestione el aprovechamiento cinegético:
- Muchos montes públicos de Sierra Morena tienen adjudicado el aprovechamiento cinegético a diversas sociedades de cazadores. Este aprovechamiento es exclusivamente el cinegético, y en absoluto se refiere a una cesión total de las fincas. Sin embargo, en varios casos estas sociedades se comportan como si las fincas fueran suyas, impidiendo el paso a quien intenta entrar. Por ejemplo, el Monte Público Los Boquerones-Olivarejo, en el término de Villaviciosa, o el Monte Público Cámaras Altas, en Belmez. Igualmente hace poco en el Monte Público La Zarca se desautorizó una prueba deportiva de MTB sin ninguna motivación, después de haberse autorizado.
- En otros casos es la propia Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA) la que gestiona los espacios, como la finca Las Erillas-Las Monteras. Esta finca está cerrada, y siempre ha sido necesario pedir autorización, de una forma bastante compleja, para entrar, poniendo por tanto más trabas de las que dicta el reglamento. En la actualidad se han aprobado unos Planes Integrales de Gestión en estas fincas, junto a la finca Cabeza Aguda. En estos planes no ha habido ningún tipo de participación por parte de algunas organizaciones sociales, y aún no hemos conseguido que se nos explique cuál será el modelo de gestión del uso público en estas fincas. Incluso comienza a haber pasos preocupantes, como la adjudicación en exclusiva del permiso para realizar rutas para ver la berrea a una empresa, cuestión de la que tampoco se nos ha informado, yendo a un modelo en que se niega la posibilidad de uso público, privatizando de hecho el disfrute de la naturaleza.
- La única finca que ha estado en teoría dedicada al uso público ha sido Cabeza Aguda, donde por dos veces se han diseñado redes de senderos. Sin embargo, la gestión de dichos senderos ha sido pésima, ya que es imposible encontrar ninguna referencia en Internet a estos senderos, y además desde hace unos años es muy complicado llegar a ellos, teniendo que ir por un camino tortuoso y en mal estado. Para rematar esa dedicación al uso público por primera vez este año vuelve a haber monterías en dicha finca. Lo mismo ha ocurrido en las fincas Alcornosas (Montoro) y Los Puntales (Obejo), en las que se ha instaurado recientemente la actividad cinegética como aprovechamiento principal y exclusivo, respectivamente.
- En las provincias de Sevilla y Huelva el panorama es el mismo. En Sevilla las fincas públicas Upa-Palmilla y La Atalaya están cerradas a cal y canto y se impide el uso público. En la finca Las Navas-Berrocal solo están abiertos al uso público un par de senderos, impidiéndose el uso en el resto de la finca. En Huelva la finca Jarrama está también vallada y vetada al uso público, habiéndose llegado a multar a asociaciones por entrar en el monte. La situación llega a su punto extremo de vergüenza con caminos públicos y vías pecuarias cerrados, cuando la propia Junta de Andalucía es la que debería velar porque estuvieran abiertos.
- La conclusión en todos los casos es la misma: la supeditación de toda actividad en los terrenos públicos gestionados por la Junta de Andalucía a la caza, sin tener en cuenta la posible y necesaria convivencia entre todos los usos.
- Conjunto del monte público y ubicación de la ruta