Manantial, en Cabecita de Clavo.
Así es como llaman, los lugareños al enclave, es una de las parcelaciones que surgieron a raíz de la fragmentación de Puerto Artafi y es un venero que surge en el mismo cauce del arroyo de un barranco, para destacar, el entorno que lo envuelve, la vegetación la quietud y la fauna que se adivina y oye.
Este como otros tantos, le roban el agua, parcelaciones clandestinas diversas, que afean sus alrededores con las tuberías que hasta allí hacen llegar, el caudal es nimio, por lo que alguien se ha visto obligado hacer una zanja, que le sirve de alcubilla y de donde bombea agua hasta su parcela.
Acceso: no es muy fácil, pero el paseo merece la pena, cuando pasas la “urbanización” el puerto, has de tomar el primer camino a la derecha, el mismo que nos llevaría a la fuente del Oso, si no fuera por que antes volvemos a tomar el de la derecha, poco más adelante el camino se bifurca a cada lado del arroyo Lagarillo, nosotros optaremos por el lado de la izquierda, que hace un poco de cuesta arriba, hasta que coronamos en otra horrible parcelación, tomamos el camino de la izquierda que cierra a pocos metros una cancela, sólo hay que rodearla y ahora sí que se puede comenzar a disfrutar de paseo, hace cuesta arriba, pero la umbría de la vegetación, hace muy placentero el trayecto, que finaliza si lo que queremos es visitar el manantial, al llegar a un cruce de caminos, si miramos hacia la derecha veremos una higuera, símbolo inequívoco de agua, en este caso de nuestro manantial