Hay dos grandes albercas, una de ellas en la finca, encalada, a la que no se puede llegar.
La otra está junto al camino, justo cuando gira y llega a una cuesta. Hay que bajar un poco, y ahí está la alberca. Pero dentro de ella ha crecido mucha vegetación. A la alberca le llega el agua por una galería, y sale por un canal.
Descripción de Serafín Parra
" Es esta sin duda la que más agua proporciona, abastece a un sistema de regadío de lo que fue una enorme huerta, son dos enormes albercas más una charca, lo que mantiene a rebosar, quedan mucho restos de canalillos, acequias primitivas, resulta un conjunto maravilloso y hace pensar el enorme caudal que dio y que seguirá dando, a la alberca más próxima a la galería le lega el agua por un canalillo, hecho en mitad de un pasillo escavado en roca que nos conduce a una galería tan lata como una persona y que a unos diez metros hace curva y no nos permite ver si verdadera profundidad, que la imagino mucha, está muy bien conservada, incluso han tenido el detalle de encalarla, Todo el conjunto aunque muy deteriorado, mantiene un muy buen gusto, sería muy fácil darle una restauración ateniéndose a lo original.
Acceso:
Si accedemos al cortijo desde Román Pérez, lo primero que veremos es la primera alberca desde la que veremos la segunda y desde esta llegaremos al venero galería"
Alberca dentro de la finca
Alberca con la galería