En la memoria de Luis Cid de 1905 figura el venero de Huerta Segovia, con un aforo de 7,1 litros por minuto.
En la memoria de Mellada e Iznardi de 1912 se describe así:
En esta huerta hay dos pozos abiertos en la caliza cambriana, el principal de los cuales tiene 17 metros de profundidad y sus aguas se conducen por una atarjea a una alberca, en el caño de la cual aforamos 36 litros. Nos advirtieron que en verano se seca casi del todo, y así se explica que en el otoño de 1905 solo acusara 7 litros. El otro pozo que tiene aguas más constantes suele producir menos de la mitad.
F. Gamero, en su tesis, describe:
"La prospección de la mina de Huerta Segovia, actualmente en propiedad privada, se adentra por debajo de un actual chalet. Sus aguas son vertidas directamente al alcantarillado, y su registro cartográfico esta constatado en el plano de L. Cid (CID, 1905)."
"Al empezar la urbanización de la Huerta Segovia en 2011 al hacer el trazado de una calle apareció una porción de acueducto en lo que creemos que es la continuación de esta misma conducción descubierta en primer lugar a la altura del arroyo de Moro unos 300 m. más abajo. Por la dirección que toma su trazado y por la necesidad de encontrar un caudal suficiente que lo alimentara pensamos que es posible que este se encuentre a la altura de la Huerta La Aduana, lugar que coincide con el nacimiento de las Aguas del Cabildo, traída esta de aguas que no fue otra que seguramente captar de nuevo el agua donde la conducción romana ya lo hacía."
El lugar marcado por F. Gamero como mina de Huerta Segovia está marcado en el catastro de 1950 como alberca, aunque está ya en la finca El Mayoral.
En el libro Las Aguas de Córdoba de López Amo se menciona el manantial:
En sesión de 3 de noviembre de 1864, a virtud de reclamación del Señor D. José M." Castuera, se acordó prevenir al contratista del servicio de cañerías que reconociera y manifestara la procedencia de unas aguas que, con daño del camino de la Sierra, brotaban y se desperdiciaban no lejos de la huerta perteneciente a D. Gonzalo Segovia por si emanando de algún * venero desconocido pudieran utilizarse convenientemente en provecho de la población, cuyo acuerdo fue cumplimentado, dirigiendo el oportuno oficio al indicado asentista en 14 del mismo mes, sin que hasta de presente se haya obtenido resultado alguno.
Hay un estanque que se puede entrever desde el cañizo desde una nueva calle abierta. Un artículo de Notas Cordobesas sobre este estanque. Este está cartografiado en el catastro de 1950 como piscina. En el catastro figura también una noria más al norte, pero ya parece desaparecida.
Fuente-estanque (Foto: Notas Cordobesas)