En la memoria de veneros de Mellada e Iznardi de 1912 los describe:
A 260 metros más bajo y a poniente del Puente del Alcaide, en la vía férrea de Córdoba a Málaga, entre 8 y 10 metros de la orilla derecha del Guadalquivir y a un nivel que oscila generalmente entre 3 y 6 sobre el río, brotan libremente los manantiales de las Hormiguitas, también de los más copiosos del término, pues pasaba su caudal de 300 litros el día de nuestra visita en abril último. No se han conocido agotados ni los años de mayores sequías; y desde el punto de vista geológico son de mucho interés pues en ellos se descubre con toda claridad el nivel piezométrico de las aguas de la campiña.
En una fila de 10 a 12 metros brotan cinco veneros con notable impulso, precisamente, como así es natural, en la línea de separación de las margas gris azuladas terciarias, que allí son muy arcillosas, y de los aluviones antiguos del río, esencialmente arenosos y pedregosos, y por lo tanto, muy permeables. A variables distancias del río estos aluviones se entremezclan con los mantos rojos diluviales, también bastante permeables. Por encima de los manantiales los aluviones miden 5 metros de altura, intercalándose con irregulares espesores, entre las capas de arenas y limos tres o cuatro filas de cantos sueltos cuarzosos, pequeños y medianos.
A juzgar por el plano que acompaña su memoria ,este es uno de los dos manantiales con el nombre el Alcaide que aforó el Sr. Cid con 55 litros pero su distancia al manantial recogido en una alcubilla es mucho mayor que la que se deduce de sus datos de distancias.
Estos manantiales no aparecen en el catastro de 1950 ni tampoco se advierten en ninguna de las fotografías aéreas disponibles.
Junto al puente de hierro hay un depósito de agua, pero que puede estar relacionado con un canal que viene de más al norte.