En la memoria de veneros de Luis Cid de 1905 uno de los que aparece es el Venero de la Huerta del Tablero. En esa memoria nos dice que se había abierto recientemente. Lo considera de gran importancia por su caudal y su situación, como manantial artesiano.
Supone que el caudal resulta de que el pozo entraba en una vía de agua. El aforo que tuvo en su momento fue de 498 litros y 6 decilitros al minuto.
En la tesis de F. Gamero se menciona un pozo en el circuito del Tablero que se utilizaba para extraer agua y se conducían al depósito de la Plaza de Colón. Puede corresponder al lugar donde se une el Cañito Bazán con las aguas del Patriarca que vienen de la Fuente de los Cazadores.
En el plano urbano de 1927 figuran en este lugar una noria y un pozo.
Hasta el año 2005 se aprecia bien en las fotografías aéreas el lugar donde estaba la noria, pero después se tapó bajo los aparcamientos del edificio anexo al Parque del Tablero. En el mismo parque se aprecian unos enormes pozos tapados.