La cacerolada organizada por la plataforma «Salvemos al Bejarano» en las puertas de la sede de las empresas de Rafael Gómez en Puerta Nueva, como queja por la tala realizada recientemente en Trassierra, congregó a unas cien personas, «aunque vino más gente, porque eran muchos los que venían, estaban un rato haciendo ruido, y después se iban», según declaró a ABC Victorio Domínguez, de Ecologistas en Acción. Igualmente manifestó que «pese a estar más de una hora delante de la puerta, nadie se dignó a bajar y hablar con nosotros, por lo que decidimos empapelar la puerta con nuestros panfletos», en los que denunciaban la tala de Arenal 2000.

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