El Consejo Rector de la Gerencia de Urbanismo dio ayer luz verde al inicio del expediente de expropiación forzosa para cederle a la Consejería de Medio Ambiente los más de 30 kilómetros que conformarán el cinturón verde de la ciudad. Esta cesión está plasmada en el convenio que ambas administraciones firmaron en septiembre del 2007 para compensar la integración de vías pecuarias en el entramado urbano dejando de cumplir de esta manera su cometido histórico. El Plan General de Ordenación Urbana establece un cinturón verde que parte de la carretera de Palma, recorre la zona Norte de la ciudad y termina al Este de la misma. A juicio del presidente de Urbanismo, la importancia de este punto es que "la ciudad tenga una nueva vía pecuaria en el siglo XXI que permita el tránsito del ganado".